Era un jueves por la mañana, tomaba un cortado recién hecho y un croissant francés con olor a mantequilla, aunque seguramente con menos procedencia francesa que mi apellido de catalán. Yo frecuentaba alguna cafetería del barrio de la Barceloneta, de esas pocas en las que todavía puedes huir de la multitud de turistas que se agolpan en Barcelona al llegar el buen tiempo. Mientras disfrutaba de mi desayuno, ojeaba el muro de Instagram. Mis dedos se deslizaban por la pantalla del móvil, topando con fotografías de zapatos, y más zapatos. Cuando de repente, ya sólo veía tubos de escape en llamas, formas sinuosas perfectamente esculpidas, colores alegres y atrevidos, piezas de metal y cromo pulido, y alerones de cola geométricos.
Una sola imagen consiguió teletransportarme a los años 50, la Era Dorada del automóvil americano. Una época en la que coches tan populares como el Cadillac Dorado emulaban cohetes espaciales y el motor de los aviones de combate, ostentando sus aletas traseras de diseño tailfin provistos de luces llamativas y largas colas . Por un momento, ya no olía ni a café ni a mantequilla. Olía a gas… y a zapatos. A zapatos de Miuccia Prada.
¿Quién era el culpable de todo eso? Mejor dicho, la culpable. Su nombre es Vanessa Datorre, la fundadora de Basilisa Vintage, una tienda online de ropa, joyas y accesorios retro y de colección, que podréis encontrar en Instagram. Una gallega a la que le encanta tanto vender como coleccionar exclusivas piezas de moda para ella misma. Pues cuando le queda tiempo, a parte de desempeñar sus funciones como ilustradora, también busca zapatos como estos de la colección Flame de Prada, que según palabras suyas, “llevaba años buscando”.
La colección Flame de Prada fue lanzada en la primavera del 2012. Probablemente, por aquel entonces, ni la propia diseñadora vaticinó el éxito de ventas que tendrían los “flame”, ni que años después aún habría gente detrás de ellos . Los “hot rod”, el otro nombre con el que también son conocidos estos zapatos de tacón, se convirtieron en todo un best seller de la temporada en muy pocos días. Supongo que el diseño tan original de estos tacones, junto con la exclusividad de un número de pares limitado a la venta, fue el detonante perfecto para que muchas mujeres se volvieran locas por poseerlos. Tanto, que a día de hoy han devenido una auténtica pieza de colección.

