Los zapatos de Sophia Webster para mí son como un Ferrari en el mundo de los coches, o una Ducati en cuestión de motos. Aunque también los podría comparar con Jason Statham, el guapo y atractivo actor londinense de la película de acción The Transporter, que me vuelve irremediablemente loca. Más o menos, como cuando veo unos Sophia Webster y los ojos me hacen chiribitas.
Esta firma de calzado es de esas que nada más ver cualquiera de sus creaciones ves que tienen alma, tienen esencia, algo diferente, algo que los hace distintos al resto, y que nada más verlos te hace reconocerlos y decir: “son unos Sophia Webster.” De la misma forma, que hueles un perfume a alguien que pasa por tu lado y lo reconoces, o que te recuerda a una persona.
Y os preguntaréis porque me gustan tanto. La ecuación es sencilla: colores alegres, diseños originales, un estilo propio, y la palabra mágica, zapatos de tacón. Y otro detalle, la manera que tiene esta diseñadora de calzado británica de integrar la naturaleza con tanta naturalidad en sus zapatos de mujer, ya sean flores, flamencos, mariposas, fruta, o cualquier otro elemento del mundo animal y vegetal.
No, no son baratos. Pero es que se me ha olvidado decírtelo en el primer párrafo. Los zapatos de Sophia Webster vienen siendo como un Miró como máximo representante del surrealismo, o un Monet en la máxima expresión hablando de pintura impresionista.
Se trata de zapatos de lujo y de gran calidad que parecen auténticas obras de arte, las cuales sería capaz de pasarme horas mirando, como el que se queda embobado ante un cuadro en un museo. Así que pasa. ¡Pasa mujer! Abre los ojos y a disfrutar. Que hoy toca visita cultural en esta exposición fotográfica. ¡Para que luego alguien diga que sólo pisamos las tiendas y no valoramos el arte!
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